
La custodia del menor y de sus hermanos pasó al padre.
El menor fue obligado a comer las heces por contarle a su papá que su mamá los dejaba solos a él y a sus hermanos en las noches.
Un menor, de apenas 7 años, fue víctima de un castigo aberrante por parte de su madre, quien lo obligó a comerse las heces fecales de su hermanita.
El hecho ocurrió en la ciudad de Potosí, en el sur de Bolivia, y fue dado a conocer por la Defensoría de la Niñez y la Adolescencia local.
Según le contó Claudia Heredia, la titular de esa entidad, a los medios de comunicación, los padres del menor y sus hermanos, una niña de 4 y otro niño de 10, están separados y la custodia quedó en manos de la mujer, de 30 años.
“Pero ella los tenía muy descuidados y el niño le contó a su padre que la mamá salía en las noches y los dejaba solos”, narró la funcionaria.
“Cuando se enteró de lo que su hijo hablaba le reclamó y le hizo comer la caquita de su hermanita”, agregó.
A raíz de este acto, la custodia de los tres niños pasó a manos del padre.
“Es una acción repudiable y tomaremos acciones para que sea castigada por su conducta”, sostuvo la defensora de la Niñez.
Además de tener que responder por el castigo que le impuso a su propio hijo, también fue denunciada por violencia por su exmarido, a quien golpeó.

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